Testamento público artístico de Pedro Alonso Pablos
10 de Noviembre de 2023; redacción Arscodex
En este preciso momento es menester escribir un articulillo que, en fin, preferiría no escribirlo, pero dadas las circunstancias tengo que hacerlo; se trata de dejar sentadas las bases de mis últimas voluntades, sobre todo en lo que respecta a mi futuro legado artístico. Ahora que estoy en el cénit de mis capacidades artísticas, es un buen momento para efectuarlo, creo.
Pues nada, habiendo consultado a mis familiares más directos y habiéndome respondido ellos que no se quieren hacer cargo de mi futuro legado, aunque serían ellos la figura natural que debiera hacerlo; y habiendo tanteado al estado español en varias ocasiones, a través de cualquiera de sus ramificaciones, principalmente en este caso de RTVE, que se ha desentendido de mis creaciones de manera manifiesta en repetidas ocasiones, pero no solo este ente, sino muchas otras partes de la administración pública española; dispongo mis últimas voluntades con respecto a TODA la propiedad intelectual que esté a mi cargo en el momento en que yo muera: Que sea liberada al dominio público TODA mi propiedad intelectual una vez esté confirmada mi defunción, independientemente de lo que puedan decir o alegar unos u otros, con el fin de que nadie pueda, desde ese momento, enriquecerse directamente con mis creaciones, ni siquiera el estado español (ya mencionado) ni mis familiares más directos, que como he dicho se han desentendido todos del cuidado de mis obras.
Si alguien quiere cambiar esta circunstancia, lo mejor es que se manifieste cuanto antes, ya que dada la concepción plana del tiempo que tengo, no voy a aceptar alegaciones futuras y entenderé como firme las posturas que ya se han manifestado.
Y ahora toca hablar un poco sobre este asunto: lo primero, no es de gran importancia; la vida sigue y no nos vamos a rasgar las vestiduras por un tema como este, más allá de lo normal. Lo segundo es que declino también toda posible responsabilidad con respecto a un hecho que ya he manifestado en alguna otra ocasión, y es que, a ojos de terceros, o sea de personas que no sean ni familiares ni ciudadanos españoles, quizá estos dos colectivos puedan parecer un poco tontos, atendiendo a la primera acepción de esta palabra que recoge la RAE en este caso ("falto o escaso de entendimiento o razón", como dice la RAE). No es de mi incumbencia el porqué de dicha postura así que no voy a hacer muchas más preguntas más referidas a este hecho concreto.
Y dicho esto, poco más que añadir por ahora, que el lector/a tenga un buen día, como así espera tenerlo también el que escribe. Reitero mi última voluntad de que toda mi propiedad intelectual pase a dominio público una vez quede comprobada mi defunción.
Pedro Alonso Pablos
Pues nada, habiendo consultado a mis familiares más directos y habiéndome respondido ellos que no se quieren hacer cargo de mi futuro legado, aunque serían ellos la figura natural que debiera hacerlo; y habiendo tanteado al estado español en varias ocasiones, a través de cualquiera de sus ramificaciones, principalmente en este caso de RTVE, que se ha desentendido de mis creaciones de manera manifiesta en repetidas ocasiones, pero no solo este ente, sino muchas otras partes de la administración pública española; dispongo mis últimas voluntades con respecto a TODA la propiedad intelectual que esté a mi cargo en el momento en que yo muera: Que sea liberada al dominio público TODA mi propiedad intelectual una vez esté confirmada mi defunción, independientemente de lo que puedan decir o alegar unos u otros, con el fin de que nadie pueda, desde ese momento, enriquecerse directamente con mis creaciones, ni siquiera el estado español (ya mencionado) ni mis familiares más directos, que como he dicho se han desentendido todos del cuidado de mis obras.
Si alguien quiere cambiar esta circunstancia, lo mejor es que se manifieste cuanto antes, ya que dada la concepción plana del tiempo que tengo, no voy a aceptar alegaciones futuras y entenderé como firme las posturas que ya se han manifestado.
Y ahora toca hablar un poco sobre este asunto: lo primero, no es de gran importancia; la vida sigue y no nos vamos a rasgar las vestiduras por un tema como este, más allá de lo normal. Lo segundo es que declino también toda posible responsabilidad con respecto a un hecho que ya he manifestado en alguna otra ocasión, y es que, a ojos de terceros, o sea de personas que no sean ni familiares ni ciudadanos españoles, quizá estos dos colectivos puedan parecer un poco tontos, atendiendo a la primera acepción de esta palabra que recoge la RAE en este caso ("falto o escaso de entendimiento o razón", como dice la RAE). No es de mi incumbencia el porqué de dicha postura así que no voy a hacer muchas más preguntas más referidas a este hecho concreto.
Y dicho esto, poco más que añadir por ahora, que el lector/a tenga un buen día, como así espera tenerlo también el que escribe. Reitero mi última voluntad de que toda mi propiedad intelectual pase a dominio público una vez quede comprobada mi defunción.
Pedro Alonso Pablos
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